El pasado viernes 30 tuve el honor de conocer en la feria del libro de Cuenca a Fernando Savater, que como ya os anuncié vino para hablar sobre sus libros y a un "encuentro con el autor". En primer lugar, hay que destacar que la llegada de Fernando es impresionante, primero por el honor que supone conocerlo y también, seamos sinceros, por el séquito de guardaespaldas que lo acompañan. Pero cuando se sienta y comienza a hablar lo es aún más. En el mismo momento en que lo presentaron hizo gala de la sencillez que lo caracteriza y cedió enseguida la palabra a los presentes para que preguntaran todo lo que quisieran sobre sus libros. Las preguntas se sucedieron y aunque en ocasiones no fueron todo lo literarias que procedía, él siempre contestó de modo adecuado y dando muestras de por qué es un gran escritor pero sobre todo un gran pedagogo. Siempre con respuestas sinceras, brillantes pero claras Savater se metió enseguida al público en el bolsillo para conseguir que la velada fuera espectacular. La única pena es que al terminar el "encuentro" tenía que marcharse y por lo tanto pudo estar en el stand de firmas. Sin embargo, se mostró muy simpático y accedió a firmar allí mismo los ejemplares de los libros a los asistentes y a echarse fotos con ellos.
Por todo ello, y a pesar de que ya había puesto el listón muy alto en lo que esperaba de su llegada, (cuando admiras a alguien así es inevitable) Fernando impresionó tanto a los que lo seguimos durante años como a los que han tenido el placer de descubrirlo desde hace poco.
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