domingo, 27 de febrero de 2011

EL MAGO DE OZ: EL MUSICAL, O DE COMO DESVIRTUAR UN CUENTO MÍTICO.

Esta tarde he acudido con mucha ilusión a ver el teatro de El Mago de Hoz: el musical, pero vuelvo con un sabor de boca amargo que tengo que compartir con vosotros.
La crítica en este espacio librero viene porque es una adaptación de un libro, y no de cualquier libro, sino de una de las historias más clásicas y mejor contadas que ha hecho las delicias de los niños, y los no tan niños, durante muchos años. Y yo no se si es cierto o no que El Mago de Oz (el libro, claro) contiene realmente tantos mensajes secretos como el paso del tiempo y los estudiosos nos quieren hacer ver, pero es que da igual, porque el cuento, como tal, no tiene desperdicio. Unos personajes enternecedores, un mundo de fantasía bien diseñado y, sobre todo, un final mítico que ha hecho historia son las armas de este cuento que ha sobrevivido al paso del tiempo absolutamente intacto.
Por eso cuando he ido al teatro y he visto esta adaptación me ha sabido tan mal haberme gastado el dinero en una ilusión que no ha sido tal. Porque tengo la sensación de que intentando modernizar el cuento, lo han desvirtuado. El elenco de actores hacía mas o menos dignamente su trabajo (aunque sólo eran siete, qué derroche) pero una puesta escena más que insuficiente y poco trabajada en la que incluso se veía a los tramoyistas hacer su trabajo y en el que el mejor decorado era unos cartones pintados hacen que desde el primer momento sientas que no va ir bien. Luego, vienen los números musicales, en los que los actores cantan muy bien, todo hay que decirlo, pero que parecen en muchas ocasiones metidos con calzador y por lo tanto, no convencen.
Y por último la historia. No digo que tenga que respetarla escrupulosamente, pero por lo menos podrían (SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER) haber matado a la bruja del oeste con el cubo de agua, haber hecho que la protagonista taconeara con sus zapatos para volver a casa, mostrado el verde de la ciudad esmeralda, y haber dejado claro una moraleja en la que cuenta lo que llevamos en el interior.
Por todo ello, tengo que decir que no recomiendo la obra, porque no creo que haya conseguido una interpretación digna de este fantástico clásico.

3 comentarios:

Dafne dijo...

me ha gustado tu blog! :) te sigo

un beso! pasate por el mío si te apetece ^^

Mr. Sandman dijo...

Cierto es que muchas cosas no hacen más que daño a las grandes obras. Buen post Luna

lunalovegood dijo...

Bienvenida la nueva adicta a la palabra escrita!!
MR Sandman, la verdad es que me fui del teatro con tal mal sabor de boca que tenía que postear, muchas gracias.