Día 1, bueno 2 de septiembre porque ya son casi las 2 de la mañana. El furor por el día S se ha desatado y Loving y yo no podemos más con la espera. Finalmente, decidimos ir al OpenCor más cercano a adquirir el deseado ejemplar. No hay mucha gente por la calle pero en esta dichosa tienda siempre hay alguien, así que entramos: nos miran, nos remiran (¿tenemos pinta de raros?). Nos decidimos a preguntar por el libro porque por allí no se ve por ninguna parte: nos miran, nos remiran (vale, definitavente no sólo tenemos pinta sino que somos raros). Ni siquiera saben de lo que estamos hablando así que refunfuñando nos vamos... a otro OpenCor . En esta ocasión la víctima no es una cualquiera sino el más grande de la ciudad, donde seguro estará... o no. Pues no, además de tener pinta de raros somos tontos porque nos hemos recorrido media ciudad para nada.
Día 2 oficial, 8 de la mañana. Me levanto a sacar a Loving a patadas de la cama porque el despertador lleva sonando unos 2000 minutos y no lo apaga, a lo que responde emitiendo un sonido inaudible que interpreto con un ya voy (o "un por fa" dejame unos minutos más, nunca se sabe) Recuerdo que sigo sin tener el libro y que TENGO QUE LEERLO así que pienso en plantar la cita que tengo a las 2 de la tarde para ir a buscarlo, pero no, soy una chica buena y he quedado así que espero... y espero... En la hora correcta las dos susodichas y Anabel Botella asaltamos la Fnac porque nos han avisado de que sólo quedan 3 ejemplares. No puede ser verdad, pensamos, pero sí, increiblemente está ya agotado y sólo quedan esos. Anabel y yo (rápidas y audaces) nos hacemos con los dos que hay en mejor estado mientras que la pobre Loving tiene que quedarse con uno que esta peor que mal realizado. De vuelta a casa empiezo a leer...
y sigo...Mañana la reseña y sueño, porque no sé lo que voy a dormir... Besossssss
3 comentarios:
por Dios casi que no! alguien que si lo consiguio! te felicito! espero reseña!
uuff que envidiaa!! a mi librería no ha llegado aún! T-T
espero esa reseñaa!! =D
Yo tuve que estar esperando al repartidor hasta la una, momento en el que por fin llegó a la librería.
En fin, como dice Marc Anthony, valió la pena.
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